“Si tú tienes un pan y yo un euro, y yo uso mi euro para comprar tu pan, al final del intercambio tendré el pan y tú el euro. Parece un equilibrio perfecto, ¿no? A tiene un euro, B tiene un pan, luego, A tiene el pan y B el euro. Es una transacción justa, pero meramente material.
Ahora, imagina que tienes un soneto de Verlaine o conoces el teorema de Pitágoras, y yo no tengo nada. Si me enseñas, al final de este intercambio, habré aprendido el soneto y el teorema, pero aún así los tendrás también. En este caso, no sólo hay equilibrio, sino crecimiento.
Primero tuvimos un comercio en el segundo compartimos conocimientos. Y mientras los bienes se consumen, la cultura se expande infinitamente.”
Michel Serres, filósofo francés -
1/09/1930 - 1/06/2019
Máximo Peña Domingo 1°BTO B
ResponderEliminarEl intercambio de objetos implica que uno gana lo que el otro pierde. En cambio, el intercambio de conocimientos enriquece a ambos, entonces todos ganan, nadie pierde.
El texto distingue entre bienes materiales, que son finitos y cuyo intercambio implica pérdida para una parte, y el conocimiento, que se multiplica al compartirse. Mientras los bienes satisfacen necesidades inmediatas, el conocimiento genera un beneficio mutuo sin agotarse. Este contraste subraya cómo las ideas fomentan el crecimiento colectivo. En esencia, el conocimiento impulsa el progreso humano más allá de los límites materiales.
ResponderEliminarRaúl Martín Porras 1°BTOA
EliminarIgnacio Moreno Pinto 1A
ResponderEliminarLa sociedad de hoy debería parecer se más a eso sin embargo solamente se centra en el intercambio material
Pablo Baca González.
ResponderEliminarEl texto plantea una reflexión profunda sobre dos tipos de intercambio: el material y el intelectual. En el primer caso, el intercambio de bienes (un pan por un euro) ilustra una transacción limitada, finita y esencialmente cerrada. Representa la lógica económica clásica basada en la equivalencia y la transferencia de posesiones.
El segundo caso introduce un modelo de intercambio basado en el conocimiento, donde no se pierde, sino que se multiplica al compartirse.
Pablo Baca González 1 bachillerato A
EliminarFabio Sobrino 1*B
ResponderEliminarEn nuestra sociedad actual no se aceptan intercambios en los que las dos partes o una de ellas salga beneficiada, siempre se busca con intención lucrativa, de esa forma no hay crecimiento.
Este análisis resalta una verdad fundamental: mientras los bienes materiales son finitos y se agotan al intercambiarse, el conocimiento y la cultura tienen la capacidad de multiplicarse sin perderse. Enseñar o compartir ideas no empobrece al que las ofrece, sino que enriquece a ambos lados del intercambio. Esto subraya la importancia de promover el acceso al conocimiento y la colaboración intelectual, ya que su impacto es exponencial y beneficioso para la humanidad en su conjunto. El crecimiento cultural e intelectual, a diferencia de los bienes materiales, no tiene límites.
ResponderEliminarEn esta reflexión de Michel Serres, se distingue el beneficio material del beneficio moral, dejando caer que a la sociedad le importa más el material aunque el que más enriquece a todos es el del conocimiento y moral. Estoy de acuerdo con lo que dice el filósofo, pues de una manera claramente ganamos todos, que es difundir el conocimiento que tenemos para enriquecer a la sociedad y avanzar como ella
ResponderEliminarAlberto Daniel Voica 1bachA
ResponderEliminarEl intercambio de algo materia consiste en ganar lo que tiene el otro y perder lo que tenías. Pero el intercambio de los conocimientos es una ganancia mutua por parte de las dos personas ya que se cuenta cosas que uno no sabía.
El texto trata sobre qué hay que saber diferenciar entre el intercambio material y el intercambio de conocimientos: en el intercambio material uno gana lo que pierde, como en el ejemplo que se menciona del euro y el pan, mientras que en el intercambio de conocimientos las dos personas salen ganando ya que el conocimiento es algo fundamental en nuestra sociedad actual, cada día conocemos cosas nuevas, el conocimiento es algo inacabado en la vida cotidiana, estamos diariamente intercambiando conocimientos como por ejemplo con nuestros compañeros de clase cuando hablamos o debatimos acerca de un tema determinado.
ResponderEliminarEste es un claro ejemplo de lo que la filosofía nos propone. Estamos acostumbrados, pero no destinados, a quedarnos en la superficie de las cosas. Es mucho más fácil hacer porque sí que pensar en qué podría ser de ello o cuál es su verdadera utilidad y finalidad.
ResponderEliminarCambiar y poner de nuestra parte para desarrollar nuestro conocimiento es totalmente adquirible por cualquiera de nosotros, y al final seremos conscientes de su utilidad en nosotros mismos.
Soy Sergio Maestre Díaz de 1ºBTO A
ResponderEliminarEste relato me ha llamado fuertemente la atención porque muestra a la perfección cómo los bienes materiales, como se cita, se intercambian siempre o la mayoría de veces, nunca hay alguien que se quede con algo cuando se lo da a otra persona. A esto se refiere compartir. Compartir es darle a otra persona algo para que esta pueda usarlo, pero esto no quita que tú no puedas seguir usándolo.
Los bienes materiales muestran nuestros intereses y egoísmo hacia tener cosas, pero no significa que este material no vaya a nunca. Sin embargo, los conocimientos, la cultura, puede extenderse infinitamente por el simple hecho de que, al compartirse, no hay nadie que la pierda, solo se gana.
Al ganarla, puede seguir ampliándose mediante la reflexión y el pensamiento personal, por lo que se convierte en infinita gracias a que puede ser para todos y a que puede haber infinitas posibilidades en el pensamiento.