"Pienso, luego estorbo" (unas palabras con sentido crítico)

"PIENSO, LUEGO ESTORBO"

"Realmente no sé qué me inquieta más, que vayan a quitar la asignatura de Filosofía en la nueva ley o que la respuesta de algunos de mis compañeros de segundo de bachillerato sea “menos mal”.

¿Menos mal? Puede que sea la única asignatura que tenga que ir más allá de la memorización. Puede que sea la única asignatura que nos ayude a comprender los “por qué” que tanto nos martirizan. Puede que sea la única asignatura que nos ayude a pensar por nosotros mismos y reflexionar más allá de lo convencional, de lo que nuestros padres y profesores nos han enseñado. Aunque viéndolo así, tiene sentido que la quieran quitar de nuestras clases, ¿no crees?

Filosofía no puede ser de ninguna manera una asignatura más, de la cual no quiero volver a oír hablar cuando termine selectividad, no. Filosofía tiene que ser esa asignatura que me ayude a comprender qué es lo que realmente pienso y defiendo.

Si quitan esta asignatura y si realmente nosotros lo permitimos, estamos acabando con una de las pocas vías que tendrán en un futuro nuestros hijos para poder pensar por sí mismos.— Diana Peinado Serrano.

jueves, 1 de mayo de 2025

Día del trabajador

 


Cada primero de mayo, celebramos el Día Internacional de los Trabajadores, pero no podemos permitir que esta fecha pase como un simple día libre o un momento de descanso sin memoria.

¿Sabías que hace poco más de cien años, hombres, mujeres, ancianos y niños trabajaban más de 12 horas diarias, sin derechos, sin descanso, sin dignidad?

Fue gracias a la valentía de trabajadores y trabajadoras organizados, que arriesgaron e incluso entregaron sus vidas, que hoy disfrutamos de conquistas tan fundamentales como: la jornada laboral de 8 horas, el derecho a la Seguridad Social, las vacaciones pagadas, la igualdad salarial, el derecho a huelga y a la libre organización sindical. Estas conquistas no fueron dádivas ni regalos: fueron el resultado de luchas, sacrificios y resistencia frente a la injusticia.

Recordamos especialmente a los Mártires de Chicago, obreros que en 1886 pagaron con sus vidas el atrevimiento de soñar con una vida digna, equilibrada entre trabajo, descanso y disfrute. Su lucha nos dejó una enseñanza: cada derecho que gozamos hoy fue ganado con esfuerzo y debe ser defendido con firmeza.

Hoy, más de un siglo después, enfrentamos nuevas formas de explotación: contratos temporales sin estabilidad, jornadas eternas disfrazadas de “flexibilidad”, sueldos que no garantizan una vida digna, y una profunda brecha de desigualdad que aún separa a hombres y mujeres en el mundo laboral. 

Cada vez que callamos ante una injusticia, cada vez que toleramos condiciones indignas, estamos permitiendo que los derechos retrocedan. Y lo que no defendemos, lo terminamos perdiendo.

Hoy es el día para recordarlo: nuestros derechos no nacieron solos ni se sostendrán sin nosotros. La organización, la solidaridad y la participación activa son las armas que tenemos para preservar y ampliar esas conquistas. El trabajo no debe ser sinónimo de explotación. El trabajo debe ser fuente de dignidad, bienestar y crecimiento personal y social. El 1 de mayo no es solo memoria: es conciencia, unidad y acción.


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